lunes, 16 de octubre de 2017

LA INDUSTRIA AGONIZA // VARO NOTICIAS //

Los blockbusters tienen los días contados. La retro-alimentación de fórmulas en esta ''clase'' de filmes está acabando por cansar a la audiencia masiva que los consume. Y si no eres de los ya cansados de los mismos chistes, sustos o tramas en las películas que ves día tras día, te aseguro que lo estarás en menos de lo que te puedas dar cuenta.

Es por todos sabido que ya no hay ningún tipo de creatividad o ingenio en las mentes de los guionistas de las cintas que (suelen) ocupan los primeros puestos en las listas de taquilla, tanto es así, que si os dijera que todas tienen el mismo guionista, la mitad de vosotros llegaría a creérselo (y yo, si no me quedara siempre hasta el final de los créditos, creedme que estaría con vosotros en el pensamiento). Por eso se alaban las mentes propias, y no succionadas por, o bien clichés o bien tramas políticamente perfectas, en la industria. Y no es sorprendente, calificando a esta época del cine como la era de los 'reboots, remakes y secuelas', términos que no voy a explicar porque, si habéis llegado hasta aquí, supongo que manejaréis.

Analizad por vuestra cuenta las cintas de la cartelera anual de los últimos años (2015 es el ejemplo perfecto). Sí, una media de uno o dos reboots, remakes o secuelas por mes. O uno de cada, ya digo que las mentes originales abundan en Hollywood ahora mismo (nótese mi ironía del tamaño del cartel de Copia-Wood, digo Hollywood).

Llegados a este punto, habiendo analizado la cartelera, quiero que hagáis un auto-análisis. ¿Habéis consumido al menos una de estas cintas? La respuesta es indudablemente sí. Aquí llega el hecho de que esto funcionaba hace unos años, ahora, las productoras reciben cantidades inmensas de dinero gracias a copiar las fórmulas de películas clásicas, añadiendo mejores efectos, al menos en la mayoría de los casos.

Esto se suma al hecho de la sobreexplotación del '''''''''género'''''''' superheroico, que lleva dando dinero a productoras desde principios de siglo a mansalva. Las productoras no son tontas, si X producto es consumido, vamos a repetir X producto en todas nuestras producciones y la gente lo consumirá. Y es así. Al menos ha sido así durante mucho tiempo.

Ahora empieza a inundar nuestro cuerpo una sensación de aburrimiento cada vez que entramos a ver un blockbuster al cine, esa sensación de que ya sabes el final desde la primera escena, por mucho que la película contase con una premisa muy diferente a lo normalmente visto. (SPOILER: Nunca siguen una fórmula diferente):

Esta sensación se está haciendo notar en el gran público, osea, todos nosotros, yo no me voy a lavar las manos sobre este problema. Este año, los blockbusters han perdido fuelle, y muchos de ellos no han llegado a tener el presupuesto estimado en taquilla. Por eso despuntan las películas de este tipo que de verdad aportan algo nuevo a las vidas de los espectadores. (El ejemplo perfecto en este año ha sido 'Logan', una película con superpoderes pero bien alejada de estos y de todos los clichés que implica que sus personajes los tengan, un acierto mezclando western con drama y acción, sin un bueno y un malo, algo que todos agradecimos en la sala, mientras llorábamos a moco tendido con la trama).

¿A qué quiero llegar con esta entrada? A que os deis cuenta de que, la inmensa mayoría de estos filmes, son todos una réplica exacta a otro filme del mismo género, y con eso, las productoras se llevan, con perdón del verbo, forrando, durante dos décadas (antes había blockbusters, pero en su mayoría eran totalmente nuevos), y nosotros se lo hemos permitido. Ahora es el momento de apoyar a los 'taquillazos' novedosos, y las películas más alejadas de la industria, sí, esas que denominamos indies, casi con desprecio, y son dónde muchas veces se encuentra la magia.

Volvamos a la creatividad, volvamos a hacer del cine un arte y no una copia a sí misma, y volvamos a sentirnos orgullosos de pagar por sentarnos en una butaca a disfrutar del séptimo arte. Creemos, y no copiemos, hay mucho talento ahí fuera, que se note. Por favor.